April 30, 2009

Imagine you saw the economic crisis coming?

Ron Paul is unique. We will talk very often about Ron Paul, one rare politician supporting freedom, real freedom. Personally, I would like an even smaller government that the one proposed by Paul -perhaps zero is the right size- but I would have been delighted to see him in Obama's position.

Here is a nice video featuring not only Ron Paul but other people - Jim Rogers, Peter Schiff, Lew Rockwell- who knew what was going to happen when everybody was just counting money and inflating bubbles.


April 26, 2009

Zapatero no tiene la culpa del paro

Artículo del Sr. Smith para keynesisdead.blogspot.com


No, no, no se ha equivocado usted de blog. Sí, ya sé que aquí siempre le echamos la culpa al estado de todos los problemas económicos. Sé que tenemos por costumbre quejarnos de las soluciones keynesianas y socialistas que está adoptando Zapatero para solucionar los enormes problemas que la crisis está causando. También sé que en todos los blogs y periódicos partidistas que ustedes habrán leído hoy se arremete contra ZP por culpa de esas cifras de cuatro millones de parados que, cuando se hicieron públicas ayer, sorprendieron incluso a los más pesimistas. Pero es que resulta que aquí no somos partidistas, ni estamos interesados en hacer campaña a favor del PP. En este blog, sólo se trata de buscar la verdad, de comprender mejor como funciona el orden social y de proponer soluciones coherentes. En este blog no queremos quitar ni poner gobiernos.

Y ¿saben ustedes que? Pues que Zapatero no tiene la culpa de que la cifra de desempleados haya llegado a 4 millones. El gobierno puede tener la culpa de muchas cosas, pero no de ese dato escalofriante que ayer nos estremeció a todos. Zapatero tiene la culpa del enorme déficit público que está creando y de haber elevado la deuda pública a niveles colosales. Zapatero tiene la culpa de que hasta nuestros nietos estarán pagando su excesiva ligereza al acometer gasto público. Zapatero tiene la culpa de que, probablemente, los españoles sufriremos una escandalosa subida de impuestos y de que se esté llevando al Estado a un riesgo terrible de default. Zapatero tiene la culpa de que la amenaza de un corralito nos sobrevuele como un buitre carroñero. Pero Zapatero no tiene la culpa de las cifras de parados.

Con cualquier otro gobierno en el poder las cifras de parados serían igual de malas o incluso peores. Los 4 millones de desocupados no los ha provocado el PSOE, los ha provocado la crisis y, una vez que esta estalla, ninguna medida del gobierno puede evitar que el desempleo nos azote.

Zapatero no tiene la culpa de que la cifra desempleados haya llegado a 4 millones. Como hemos explicado en otras ocasiones, la crisis la han producido las malas inversiones. Y estas malas inversiones deben ser purgadas. Ninguna medida, ni de Zapatero ni de ningún otro presidente, puede evitar esta verdad. Muchas empresas, improductivas o sobredimensionadas, necesitan despedir empleados para que se empiece a desplazar capital y recursos allá donde la sociedad los necesita. Esto es lo que desgraciadamente provoca paro. Cuanto antes se produzca este “trasvase” de recursos a otros sectores, antes saldremos de la crisis.

Las crisis, como saben, pueden tener tres formas, en V, en U o en L, en función de lo rápida que sea la caída y la recuperación. Sin intervención estatal, estaríamos ante una crisis en V, en la que la recuperación vendría rápidamente tras la recesión. La intervención estatal no puede evitar la primera pata de la recesión y es por ello que no podemos culpar al gobierno socialista de la recesión ni de la crisis. De la crisis no tiene la culpa Zapatero sino este sistema falsamente llamado capitalista. De lo que sí que tiene culpa Zapatero es de que esta crisis se esté convirtiendo en una crisis en U, donde la recuperación cada vez tarda más en llegar y donde el riesgo de depresión cada vez es más acentuado.

Las cifras de paro son graves, y es un hecho que debe preocuparnos. Pero siendo pragmáticos, lo que realmente debe preocuparnos no es cuanto paro se produce ahora, sino cuando empezará a crearse empleo. No podemos echarle las culpas a Zapatero del empleo que se está destruyendo ahora, pero sí que podemos echarle le culpa de que, a causa de sus soluciones Keynesianas y socialistas, cada vez se ve más lejos el fin de la recesión y el comienzo de la recuperación

April 19, 2009

Empeorando lo malo

Comienza hoy una colaboración que a buen seguro aportará grandes cosas a "Keynes is dead". El Sr. Smith sabe de lo que habla. No es el Sr. Smith de esos que simplemente hablan, sino de los que viven acorde a sus ideas. El Sr. Smith sabe lo que significa arriesgar su dinero y su tiempo buscando una libertad que cada vez nos ponen más difícil. Malos tiempos para los Sres. Smith del mundo. Su primera colaboración tiene un título muy significativo: Empeorando lo malo. Disfrutadlo.

Para confiar en que los gobernantes y políticos del mundo nos saquen de la crisis en la que ellos mismos nos han metido, hay que ser tan optimista como para querer solucionar el problema de la sequía con una danza de la lluvia. Cada mañana, busco en las noticias un atisbo de esperanza, una luz de optimismo, pero rápidamente vuelvo a mi estado de desconfianza absoluta. Ni gobernantes ni oposición, en ningún estado del mundo, parecen dispuestos a librarnos de este atolladero.

Lo que no parecen entender nuestros mandamases es que las crisis se producen por una mala inversión generalizada en la sociedad. Cuando una empresa elige una mala inversión y sus rendimientos son inferiores a lo invertido, esa empresa está abocada a la quiebra. Cuando son muchas las empresas (e incluso las familias) las que yerran al elegir sus inversiones, es el global de la economía la que se resiente. Y esto, ni más ni menos, es lo que ha sucedido durante el final de los noventa y el principio de siglo. Alimentados por una expansión crediticia absolutamente artificial, las empresas y familias se han lanzado a una serie de inversiones en un sector profundamente sobredimensionado; el sector inmobiliario ha crecido mucho más de lo que la sociedad necesitaba. En pocas palabras hemos destinado demasiados recursos a construir edificios. La consecuencia, es que ahora sobra ese ladrillo de más, por lo que su precio disminuye y quienes invirtieron en exceso sufren perdidas. Adicionalmente, los recursos que la sociedad en su conjunto ha destinado a ese sector (obreros de la construcción, por ejemplo) deben ser reconducidos a otros sectores donde sean más necesarios.

Pues nada, los gobernantes piensan que no, que los recursos están bien donde están, que el precio que tienen las casas está bien e incluso tiene que seguir subiendo y que hay que seguir construyendo edificios porque aún tenemos pocos. No importa que ya nadie más necesite viviendas, que queden miles de promociones sin vender o que muy pocos ciudadanos consideren accesibles los precios del mercado actual. Nada de eso importa. Lo importante es que los gobernantes han decidido unilateralmente que hay que salvar al sector. Y la oposición, para colmo de males, piensa lo mismo, aunque luego aparezcan en todas las televisiones criticando al gobierno. En Galicia, por poner un ejemplo, el flamante nuevo presidente de la Xunta, cree que hay que salvar a los que se equivocaron, y para ello, piensa comprar esos edificios, a los precios que a los ciudadanos nos parecen desorbitados. Y para ello planea utilizar para ello el dinero público (sí, sí, el de todos, el de usted y el mío, que, probablemente no hemos realizado ninguna inversión alocada). O sea, que yo considero que no debo comprar una casa a un determinado precio y el banco considera que esa inversión no es adecuada y por ello no me presta el dinero y sin embargo, Feijóo, piensa que con el dinero de mis impuestos sí que es adecuado realizar esa inversión. Claro, los gobernantes, con este tipo de medidas, deben pensar que no existe riesgo ya que el Estado no puede quebrar… ¿o sí que puede?

Los votantes observan este tipo de medidas con indiferencia. No parece dolerles que el dinero de sus impuestos se malgaste en este tipo de barbaridades. O bien no se dan cuenta de que el hecho de que la Xunta compre viviendas a los promotores evita que estos tengan que bajar sus precios hasta un nivel que nos sea accesible a todos los ciudadanos, o bien no comprenden que, tarde o temprano, este dispendio saldrá de sus bolsillos. Sin ir más lejos, el enorme gasto público en el que está incurriendo el Gobierno de Estados Unidos por culpa del famoso “Plan Obama” ya está llegando a la calle. Los ciudadanos americanos empiezan a rebelarse por la brutal subida de impuestos que están sufriendo. Tal como informa el The Wall Street Journal, los estados están compitiendo por ver quien es capaz de cobrar más impuestos a sus contribuyentes. Y es que el dinero no se puede crear de la nada. Bueno, corrijo, el dinero sí que se puede crear de la nada; al menos el dinero fiduciario que es el que sufrimos hoy en día. Lo que no se puede crear de la nada es la riqueza.

April 03, 2009

Zapatero nos explica la realidad del G-20



El Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero es conocido por su capacidad para desviar la atención de la realidad. Nos hemos permitido corregir sus palabras de presentación de lo que España esperaba del G-20.

April 02, 2009

El G-20 o el totalitarismo con piel de cordero.

Hoy es un día triste para la libertad. Gordon Brown ha resumido la esencia de la crisis: "Hemos acordado una regulación dura y aquellos que no se integren serán sancionados". Hablaba de los mal llamados en castellano paraísos fiscales, pero en realidad la idea se puede aplicar a cualquier ámbito a partir de ahora. El objetivo es que nadie quede fuera del control del sistema.

Los acuerdos son los siguientes:

  • Todo el sistema financiero debe estar sujeto a regulación. Con ello se logrará que la competencia en el sector financiero sea muy limitada, perpetuando la posición dominante de poder de los bancos más poderosos en complicidad con los bancos centrales.
  • Se publicará una lista completa de los países que tienen secreto bancario. "La era del secreto bancario ha terminado" dice la declaración del G-20. Los países que no cumplan serán sancionados. Esto no deja de ser una declaración de guerra inaceptable.
  • Mayor regulación de las agencias de rating. Es obvio que han fallado. La consecuencia es una palmadita en la espalda y el compromiso de que se portarán bien a partir de ahora. Una economía de mercado real simplemente las habría eliminado por incompetentes, sin necesidad de regulación alguna.
  • Compromiso de cada gobierno de continuar estimulando la economía nacional.
  • Dotar al Fondo Monetario Internacional de 1 billón (español, un trillón anglosajón) de dólares para incentivar la economía. En definitiva, se aleja aún más del ciudadano el poder de decisión. Si el ciudadano puede tener una incidencia escasísima al menos para cambiar de gobierno en las urnas, cuantas más instituciones haya con este poder como el reforzado FMI, más claro parece que el poder del ciudadano ha alcanzado el cero absoluto. Parte de ese billón irá a ayudar a países en desarrollo, así como 50.000 millones adicionales de ayuda directa. Por supuesto, no se habla de los subsidios a la agricultura y otras industrias de los países ricos cuya daño en los países pobres es denigrante para la especie humana.
  • Mayor coordinación internacional de la supervisión incluyendo normas de contabilidad internacionales revisadas.
  • Evitar el proteccionismo. Al menos, una de las intenciones declaradas es totalmente razonable. Lástima que será la más vulnerable.
  • Compromiso para no disminuir la lucha frente al cambio climático. Me arriesgaría a decir que los países presentes en Londres suponen fácilmente el 99% del desperdicio energético mundial. Poco ejemplo pueden dar.
El panorama que nos espera es sombrío. No parece que haya escape posible. Es la forma moderna en la que se nos presenta el totalitarismo. Nos dan a elegir entre dos o tres tonos del mismo color para que creamos que tenemos el poder de decidir, y nos venden el producto con una bonita etiqueta en la que se lee social, para que vivamos con la conciencia tranquila y sin hacer mucho ruido.

Lo cierto es que este totalitarismo es mucho más peligroso que sus manifestaciones anteriores. El sistema está dominado por políticos, banqueros, empresas de armamento -valga la redundancia porque están controladas por políticos y banqueros- y amigos varios del sistema. Pero la gente se ha acostumbrado a no pensar, unos por miedo, otros por pereza. No hace tanto era fácil identificar a los enemigos de la libertad. Con la fuerza de las armas conseguían en muchos casos someter a las personas, pero no siempre lograban someter sus pensamientos. Ahora todo ha cambiado, también han sometido el pensamiento.

Decía el personaje de ficción Verbal Kint en la fantástica película Sospechosos Habituales, que el mayor truco del diablo es haber convencido al mundo de que no existía. El diablo del totalitarismo oficialmente no existe. Hayek en su revelador "Camino a la Servidumbre" sí supo ver a ese diablo. Hoy en Londres, el diablo ha vencido de nuevo.