November 26, 2009

Metáforas floridas

Artículo del Sr. Smith

La capacidad de la ministra Salgado para crear metáforas con las que ilustrar una eventual salida de la crisis no tiene límites. Si hace unos meses nos sorprendió con los famosos “brotes verdes en la economía” ahora ha acuñado un nuevo eslogan propagandístico con la novedosa “luz al final del túnel”. Sin embargo, a pesar de la capacidad creativa de Doña Elena, ni meses después de haber anunciado la supuesta reforestación económica el PIB ha dejado de caer, ni dentro de varios meses habremos salido del oscuro y profundo túnel en el que se encuentra sumida nuestra economía. Parece que la ministra no puede ni sabe controlar la economía española, pero eso sí, ha aprendido mucho de su jefe, el presidente Zapatero, a la hora de lanzar falsas esperanzas y promesas vacuas. No sé si los incondicionales votantes socialistas percibirán esta tomadura de pelo constante, pero los que estamos más que escamados sí que empezamos a estar hartos de que nos tomen por tontos. Que una cosa es que tengamos que aguantar malas decisiones y otra muy distinta que cada tres meses nos vendan una falsa recuperación que nunca llega. No sé si la ministra y el presidente realmente creen que “ahora sí que es la definitiva, ya estamos a punto de salir de la crisis” o que nos lo cuentan para ver a cuantos incautos engañan y cuantos votos son capaces de salvar.

La economía española no está, ni siquiera, cerca de recuperarse. Los precios en el mercado inmobiliario no es que no se hayan terminado de ajustar, es que apenas han empezado a hacerlo. La banca está refinanciando constantemente a los promotores con la vaga esperanza de que se vuelva a crear una burbuja que salve a sus acreedores de la quema y que evite que les arrastre en la caída. La productividad española sigue siendo de las más bajas de Europa, y sin mejorar la productividad y una vez estallada la burbuja, no hay forma de crear riqueza a un ritmo estable. La ingente cantidad de deuda pública lastra la financiación que llega a empresas y familias y además es una losa pesada que provocará impuestos altos que frenarán la inversión.

Señora ministra, por favor, enfoque su ingenio hacia soluciones productivas y no lo malgaste en metáforas floridas con las que engañar al electorado. Comprendo que su función, más que dirigir la economía, es conseguir arañar unos cuantos votos siempre que se pueda, pero no nos tome por tontos que bastante tenemos con lo que tenemos.

November 25, 2009

Health care is not a right / La atención médica no es un derecho

Not only medical care is not a right, but also it creates huge problems for future generations. Check out this crystal clear statement by US Congressman Ron Paul. It starts as follows: Government has been mismanaging medical care for more than 45 years; for every problem it has created it has responded by exponentially expanding the role of government.

1.) No one has a right to medical care. If one assumes such a right, it endorses the notion that some individuals have a right to someone else’s life and property. This totally contradicts the principles of liberty.
2.) If medical care is provided by government, this can only be achieved by an authoritarian government unconcerned about the rights of the individual.

Read the whole statement at http://www.house.gov/apps/list/speech/tx14_paul/MoreGov.shtml



No sólo la atención médica no es un derecho, sino que también su consideración como tal crea problemas enormes para las futuras generaciones. Lea el siguiente comunicado del Congresista americano Ron Paul que empieza de la siguiente manera:

El gobierno ha administrado erróneamente la atención médica durante más de 45 años; para cada problema su respuesta ha sido expandir exponencialmente la ampliación del papel del gobierno.

Puntos a considerar:

1.) Nadie tiene derecho a la atención médica. Asumirlo como un derecho, implica la idea de que algunos individuos tienen derecho sobre la vida de otras personas y sobre su propiedad.

2.) Si la asistencia médica es proporcionada por el gobierno, esto sólo puede lograrse mediante un gobierno autoritario que no tiene en cuenta los derechos individuales.

3.) Las falacias económicas aceptadas por más de 100 años en los Estados Unidos han engañado a los responsables políticos en la creencia de que la atención médica de calidad sólo puede lograrse por la fuerza del gobierno, los impuestos, las regulaciones reglamentos, y plegándose a un sistema de intereses concretos que crea un sistema corporativista.
4.) Más dólares en un monopolio gubernamental nunca aumenta la calidad sino que siempre tiene como resultado mayores costes y precios. Lea todo el comunicado en http://www.house.gov/apps/list/speech/tx14_paul/MoreGov.shtml

November 16, 2009

¿Economía mixta?

El afan del socialismo pragmático por vendernos las virtudes de su sistema político -en incluyo como diría Hayek a los socialistas de todos los partidos- acaba por tergiversar el significado de muchas palabras. Las palabras más castigadas que se me vienen a la mente son libertad, derechos, sociedad, solidaridad, bienestar, protección ... tantas que no acabaríamos en una semana. No siempre lo hacen conscientemente; las más de las veces son fruto de la inercia o de la falta de interés en cuestionarse sus creencias políticas. Otras veces, sin embargo, no son más que refinadas armas propagandísticas al servicio del poder, llámase Chávez, Obama, Sarkozy, Castro, Zapatero o Hu Jintao, o cualquier alcalde de cualquier pueblo de cualquier país del mundo.

Una palabra que me intriga es mixta. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define mixto como "formado por varios elementos que se mezclan para componer otro", y define economía mixta como "Sistema económico en el que parte de las decisiones se atienen a objetivos y límites impuestos por la autoridad central, adoptándose las restantes según los mecanismos de mercado". Podríamos discutir esa definición, aunque siempre habrá que la acepte sin más análisis al provenir de una institución -eso que en cierta película carcelaria describía un personaje como estar institucionalizado-.

El sistema en el que vivimos ahora se basa en las decisiones de la autoridad, sea central o periférica, dejando un margen escasísimo a los mecanismos del mercado. Por supuesto que el resultado final tiene una influencia directa del mercado, pero ¿realmente puede el mercado adoptar decisiones tan relevantes como las que adopta la autoridad central?

Empecemos por decir que el dinero está bajo monopolio exclusivo de una herramienta de planificación centralizada -Reserva Federal, Banco Central Europeo, etc.- que conjuntamente con un cártel muy limitado de instituciones financieras producen dinero de curso legal. El mercado no puede legalmente producir dinero. Es más, los bancos están protegidos en caso de pérdidas e incluso tienen permitidos contratos -contratos de depósitos sin obligación de mantener el objeto depositado- que serían considerados fraude en cualquier otro sector.

Pasamos ahora a servicios básicos como la electricidad, el agua, las telecomunicaciones, transporte aéreo o por ferrocarril, etc. Todas o bien están en manos de empresas públicas o bien proceden de monopolios privatizados en sólo algunas manos y con procedimientos que difícilmente pueden ser calificados de favorecer la competencia. Además, muchos de ellos están sometidos a números cerrados de empresas que pueden facilitar dicho servicio e incluso a precios fijados por ley en buena parte de los casos.

Consideremos además otros servicios en los cuáles el peso del Estado puede estar entre el 90 y el 100%, como la justicia, la educación, la seguridad, la sanidad, los seguros de jubilación, etc. ¿Qué margen le queda al mercado?

Por otro lado, muchos sectores reciben subvenciones públicas, ¿lo llamamos mercado? Una gran variedad de productos agrícolas entrarían en esta definición, aunque muchos otros como el automovilístico o el energético -esas minas de carbón aún abiertas pese a sus costes al mismo tiempo que la nueva energía sostenible recibe subvenciones, curiosa esquizofrenia-, también reciben una parte importante del pastel.

Otros sectores reciben menos subvenciones públicas, pero viven fundamentalmente de prestar sus servicios al Estado. Por ejemplo, las empresas de construcción de infraestructuras reciben buena parte de su facturación de contratos públicos. Curioso mercado, ¿verdad?

Finalmente, todos los sectores que podríamos considerar más libres de la influencia de la autoridad, también tienen su carga: los impuestos. Piense que cualquier empresa alcanza en España un coste de 3.000 euros mensuales para contratar a un trabajador cuyo sueldo neto de impuestos -directos o indirectos- no alcanzará los 1.500 euros. Añadamos el impuesto sobre beneficios -si quedan-, los impuestos municipales, los impuestos ocultos en tiempo improductivo perdido en burocracia, los aranceles si la empresa importa del exterior, etc., etc., etc.

¿Toma decisiones el mercado? Sí, las toma, como las toma un preso que decide si en su tiempo de patio prefiere pasear, leer un libro o echarse a llorar en una esquina.

Lo curioso es que sí hay lugar para una verdadera economía mixta. Imaginemos -no nos queda otra que imaginar- que viviéramos en un lugar en el que el libre mercado no tuviera restricciones. ¿Qué impide a los que quieran vivir en un sistema socialista unir sus esfuerzos y vivir pagándose impuestos entre ellos y con su propio estado del bienestar? Nada, pero claro, eso sería solidaridad real entre los que quieren ese estilo de vida, pero no es eso lo que quieren, quieren la solidaridad forzada y a la carta que nos imponen cada día. Esa solidaridad dirigida hacia dónde más votos produce a costa de muchos de los que creen en la libertad de elección. Pero algún día no habrá más vacas que ordeñar, ¿de dónde sacarán la leche? ¿de la máquina de imprimir dinero del banco central? Ni las impresoras, ni los apuntes contables, ni los votos, ni los golpes de pecho solidarios, crean riqueza. Lo más que crean es una falsa ilusión de seguridad -"el Estado tiene que solucionar la situación"; "el Estado es demasiado grande para quebrar"; "cobraremos nuestras pensiones"-. La misma falsa ilusión de seguridad que hace que las energías vayan dirigidas a cómo obtener más del Estado, y no a cómo crear más riqueza real.

¿Economía mixta?

November 06, 2009

Piratas, secuestrados y el papel del Estado

En las noticias de los medios de comunicación españoles figura en un lugar destacado el secuestro del pesquero Alakrana. Las connotaciones respecto a la procedencia vasca o española del buque me son totalmente indiferentes, pero no las económicas.

Dejemos claro desde el principio que un secuestro es inadmisible en cualquier circunstancia. El secuestro atenta contra el derecho de toda persona a no ser agredida o privada de libertad. No lo volveremos a repetir, lo cual no querrá decir en ningún momento que justifiquemos dicha acción criminal.

Los piratas somalíes no son más que, en su mayoría, pescadores reciclados. Su forma de vida pasaba por la pesca utilizando barcos pobremente equipados pero suficientes para su subsistencia. Con el paso del tiempo, barcos procedentes de áreas más desarrolladas comenzaron a competir en sus mismas zonas de pesca con tecnología más avanzada. El resultado fue que los bancos de pesca cercanos a la costa del Estado anteriormente conocido como Somalia quedaran prácticamente vacíos de producto.

En economía es perfectamente conocida -y casi siempre ignorada-la llamada tragedia de los comunes. Simplificando mucho, la tragedia de los comunes se deriva del uso irracional -económicamente irracional, aunque podríamos discutir sobre esta definición- de aquellos bienes comunes, es decir, aquellos bienes que supuestamente pertenecen a todos, o que quizá más bien, no pertenecen a nadie. En general, podríamos decir que todos los bienes propiedad del sector público son comunes, pero especialmente aquellos cuya delimitación es más compleja y su facilidad de uso es más directa.

Un caso especial es el mar. Nadie posee el mar. La gran mayoría del mar entra dentro de la definición de aguas internacionales. La Convención de Derecho del Mar es un tratado de las Naciones Unidas que regula el uso de las aguas internacionales, estableciendo básicamente la libertad de navegación y pesca. Dicha libertad implica necesariamente la prohibición de la proviedad privada propiciando la tragedia de los comunes de la que hablábamos antes.

Cuando un barco pesquero de bandera española decide faenar en aguas internacionales está tomando una decisión puramente empresarial que no refleja todos los costes que supone la explotación del recurso marino. En concreto, no refleja ningún tipo de deterioro que provoque su actividad económica en el mar. Dado que el empresario no posee el mar, en el sentido en el que, por ejemplo, un agricultor posee sus tierras, el coste económico de disminuir la capacidad del mar para producir más pescado es nulo. Por tanto, el incentivo para mantener la capacidad productiva del recurso es muy pequeño, basta con cambiarse de zona de pesca. Los tratados bilaterales - Unión Europea/ Marruecos por ejemplo - no son más que parches en los que las cuestiones económicas se mezclan con las políticas. En resumen, un armador no soporta todos los costes de su actividad, los soportamos todos en forma de menor capacidad futura del mar para proveernos de pescado.

Conforme los bancos pesqueros cercanos se vuelven menos rentables, los empresarios buscan otras oportunidades. En este caso, el Alakrana tenía el Océano Índico como objetivo. Lógicamente, los costes de explotación eran mayores que los de faenar en el Cantábrico. Pero si tenemos en cuenta los antecedentes sobre secuestros de barcos en el Índico, parece evidente que la aventura empresarial tenía un alto riesgo económico y personal. Ese riesgo debe incluirse en la decisión empresarial que supone faenar en aguas peligrosas. La gestión del riesgo es una parte fundamental de cualquier empresa. No en vano, un sector de la economía se dedica exclusivamente a reducir riesgos: las compañías de seguros. Ignoro que tipos de seguro tenía el Alakrana, y supongo difícil que una compañía de seguros cubriera ese riesgo. Difícil, pero no imposible, eso sí, a un coste que probablemente hubiera hecho que la decisión de marchar al Índico no se hubiera tomado. Otra alternativa -o un complemento- sería la seguridad privada. En España la ley que permite seguridad privada en los pesqueros es reciente, pero cuando se trata de seguridad y del Índico, estoy convencido de que el coste de la posible sanción era menor al coste que están sufriendo ahora.

En definitiva, el problema del Alakrana es puramente económico. El error es empresarial, una decisión que no tenía en cuenta - consciente o inconscientemente- determinados costes. No es razonable bajo ningún punto de vista racional que todos asumamos unos riesgos de los que en ningún momento hemos sido partícipes.

Es una tragedia humana. Cierto. Como las hay diariamente a miles. Simplemente ésta es una tragedia televisada y con connotaciones que hacen que nos parezca más importante que otras tragedias humanas, en las que igualmente los que piden que el Estado libere a los secuestrados, podrían pedir la intervención del Estado para solucionarlas. Desgraciadamente hay Alakranas todos los días.

No se trata de individualismo, de valorar tu dinero más que la vida de los demás o de insensibilidad ante el sufrimiento humano. Se trata de poner de manifiesto que un sistema que se basa en los bienes comunes y en la presencia del Estado como garante de los derechos está llamado a la ruina económica y moral en todos los sentidos. Debemos mirar con perspectiva, no el caso concreto. El Alakrana no es más que un ejemplo del daño que causan las decisiones erróneas en economía. Perpetuar el error no es precisamente la mejor solución.

November 04, 2009

Artistas contra su crisis

En keynesisdead nos encanta Juan Ramón Rallo. Rallo es un joven economista que mantiene su independencia frente a los poderes fácticos españoles. Hay quiénes le acusan de tener un sesgo hacia el Partido Popular. Eso no es más que una soberana estupidez de quiénes ni se han molestado en leer las ácidas críticas de Rallo al PP.

Traemos a Rallo a este blog porque íbamos a expresar nuestra indignación por la carta de los artistas (y otros profesionales) ofreciéndonos "gratuitamente" sus soluciones a la crisis. La carta habla por sí sola. Sin embargo, Rallo -tampoco está nada mal el comentario de Rodriguez Braun a uno de los no firmantes, Willy Toledo- ya lo ha hecho por nosotros. El título ya es esclarecedor: Artistas contra su crisis. Disfrutadlo.

Por cierto, ¿es coherente esta actitud de los artistas firmantes con sus elevadas rentas? ¿cuando Ana Belén aparece anunciando productos de belleza, aparca temporalmente sus teorías económicas o quizá no contenta con sus impuestos, dona sus ingresos al Estado para que sabiamente los reparta?

November 01, 2009

Global Warming Skepticism: we are not alone

Global warming skepticism is growing. This week I have read two great pieces on global warming. One is an indicator about increasing awareness in mainstream media about the fact that different views on this issue are not just available, but more sounded that the typical let's-punish-ourselves-for-being-bad-guys rhetoric used by the 'official truth' believers. Let's welcome the BBC:

http://news.bbc.co.uk/2/hi/science/nature/8299079.stm


The other piece is a demolishing letter written by the physicist Howard Hayden to the US Environmental Protection Agency. Please, could anyone write another one to the European Union before they start -well, they started already long time ago- to spend our money in fighting unknown ghosts?

http://www.stephankinsella.com/wp-content/uploads/2009/10/HaydenToJackson.pdf

Thanks to Stephan Kinsella for publishing this letter.